MAPCOM

Quince años de investigación sobre Comunicación en universidades españolas.
Fifteen years of research into Communication in Spanish universities (2023)

 

 

 

Título del Capítulo: «Análisis de las Comunicaciones en Congresos de la AEIC 2008-2018»

Autoría: Eduardo Fco. Rodríguez Gómez; Manuel Martín Algarra; Javier Serrano Puche

Cómo citar este Capítulo: Rodríguez Gómez, E.F.; Martín Algarra, M.; Serrano Puche, J. (2023): «Análisis de las Comunicaciones en Congresos de la AEIC 2008-2018». En Caffarel, C.; Lozano, C.; Gaitán, J.A.; Piñuel, J.L. (eds.), MAPCOM. Quince años de investigación sobre Comunicación en universidades españolas. Fifteen years of research into Communication in Spanish universities. Salamanca: Comunicación Social Ediciones y Publicaciones.

ISBN:978-84-17600-82-2

d.o.i.: https://doi.org/10.52495/c2.emcs.20.mic8

 

 

2. Análisis de las Comunicaciones en Congresos de la AEIC 2008-2018

 

Eduardo Fco. Rodríguez Gómez

 

Universidad Carlos III de Madrid

 

Manuel Martín Algarra

 

Universidad de Navarra

 

Javier Serrano Puche

 

Universidad de Navarra

 

2.1. Introducción: El papel de los congresos en la configuración del campo de estudio de la comunicación en España

 

En el desarrollo de un campo académico y de conocimiento, los congresos y las reuniones científicas tienen un papel relevante. No hay disciplina universitaria que no convoque a sus investigadores para exponer al contraste y crítica de sus colegas en forma de ponencias, comunicaciones, paneles, etc., sus progresos más recientes. El campo de estudio de la comunicación no es ajeno a esas dinámicas. El propio Wilbur Schramm (1959) contestaba al agotamiento de la investigación en comunicación diagnosticada en Public Opinion Quarterly por Bernard Berelson (1959: 1) indicando precisamente la creciente celebración de reuniones científicas y congresos como uno de los signos de la vitalidad de la comunicación como campo de estudio.

Ciertamente, la investigación en comunicación ha mantenido un desarrollo constante desde sus inicios hasta convertirse, como afirma Donsbach (2006: 437), en «el campo de investigación que ha experimentado un mayor crecimiento de todos los campos académicos en los últimos 30 años». La progresiva institucionalización de la comunicación como campo de estudio debe mucho al desarrollo de la comunidad de investigadores y a las redes que los ponen en contacto. Los investigadores españoles se han incorporado a esa comunidad global y también han configurado comunidades de investigadores generalistas y temáticas a escala nacional.

Siendo España uno de los países con más universidades con estudios de comunicación de Europa, no es de extrañar que la presencia de sus investigadores en congresos internacionales fuera precoz, incluso anterior a la incorporación de la comunicación a la nómina oficial de estudios universitarios en nuestro país en 1971.

La Asociación Internacional de Estudios de Comunicación Social (IAMCR/AIERI/AIECS) se constituye en diciembre de 1957 en la sede de la UNESCO en París y su primer presidente electo fue el francés Fernand Terrou. Sus presidentes, elegidos cada dos años, procedieron desde el principio de países de todo el mundo. Fue una asociación académica internacional e ideológicamente plural desde su misma constitución. Celebró desde su fundación congresos cada dos años en ciudades de Europa (a los dos lados del telón de acero) y América. El sexto de ellos se celebró en 1968 en España organizado por el Instituto de Periodismo de la Universidad de Navarra, antecesor de su actual Facultad de Comunicación, que por entonces era la única universidad española con estudios de comunicación en su oferta académica. Fue el primer congreso internacional de comunicación celebrado en nuestro país, incluso antes de que la comunicación fuera elevada legalmente a rango universitario en 1971. La celebración en España de este congreso de la IAMCR, la participación de investigadores en comunicación de todo el mundo y representantes de otras organizaciones internacionales de investigadores, como el Secretario General del Centro Internacional del Estudios Superiores de Comunicación para América Latina (CIESPAL), así como las comunicaciones presentadas por participantes españoles, puso de manifiesto la relevancia, también internacional, que la investigación en comunicación española estaba alcanzando (Barrera, 2009: 124-128). No cabe duda de que esto fue uno de los elementos que explican la consolidación en España del campo de estudio de la comunicación; los cambios legislativos permitieron la creación de las facultades de Ciencias de la Información de la Universidad Complutense de Madrid y de la Universidad Autónoma de Barcelona y de la Universidad de Navarra en 1971. Desde entonces las universidades españolas han sido sede de los congresos de la IAMCR en tres ocasiones (Universidad Autónoma de Barcelona en 1988 y 2002, y la Universidad Complutense de Madrid en 2019) y un español, Manuel Pares i Maicas de la UAB, alcanzó la presidencia en 1996.

Desde entonces no ha hecho más que aumentar la presencia de la investigación española en las diversas asociaciones internacionales de investigación en comunicación. La Asociación Internacional de Comunicación (ICA) se constituyó como tal en 1969 aunque desde 1949 había funcionado dentro de la Speech Association of America (la actual National Communication Association). Su crecimiento e internacionalización, con «más de 150 miembros de 27 países extranjeros» (Weaver, 1977: 615) la llevó a transformarse en una asociación internacional. Sus congresos se celebran desde los años 60 del siglo pasado, aunque el primero fuera de Norteamérica fue en Berlín en 1977 y ninguno de ellos ha tenido lugar en España ni ningún español la ha presidido, pero la presencia española no ha hecho más crecer como prueban las más de 100 aportaciones españolas realizadas en el último congreso de la ICA celebrado en París en 2022 (ICA, 2022).

La Asociación Mundial para la Investigación de la Opinión Pública (WAPOR) es otra de las grandes asociaciones internacionales de investigación en comunicación. Se fundó en 1947, en pleno auge de los estudios sobre los efectos de los medios de comunicación tras la Segunda Guerra Mundial. Su primer presidente fue el sociólogo francés Jean Stoetzel, profesor de la Sorbona e introductor de la investigación social empírica en Francia. La Asociación nació como un foro tanto para investigadores académicos como de las empresas de investigación social. Siempre ha estado estrechamente vinculada a la WAPOR, que publica desde 1937 la revista Public Opinión Quarterly y a su equivalente europea, ESOMAR, y celebra sus congresos alternativamente con una y otras. La participación española en los congresos de la WAPOR también ha sido creciente. Dos españoles han presidido la WAPOR: Juan Linz, de la Universidad de Yale (1975-1976) y Esteban López-Escobar, de la Universidad de Navarra (2005-2006) y uno de sus congresos mundiales, el de 1983, tuvo lugar en Barcelona.

La Asociación Europea de Investigación y Educación en Comunicación (ECREA), nació en Ámsterdam en 2005 como fusión de dos asociaciones preexistentes que celebraban conjuntamente por primera vez el Congreso Europeo de Comunicación. Con el nacimiento de la ECREA la investigación en comunicación en Europa obtuvo una visibilidad desconocida y también experimentó un incremento de la cooperación y la movilidad de los investigadores europeos en el campo, de manera particular a través de los congresos europeos de comunicación organizados por ECREA cada dos años. La participación española en estos congresos, que ha sido notable desde su inicio, es prueba de la potencia de la actividad investigadora y docente de las universidades españolas en este campo. Muestra de ello es que el segundo Congreso Europeo de Comunicación tuvo como sede la Universidad Autónoma de Barcelona, que se ha convertido en un lugar habitual de reuniones científicas sobre comunicación.

Pero la institucionalización de la comunicación como campo de estudio a través de los congresos no ha sido únicamente de carácter internacional. Desde el comienzo de las Facultades de Ciencias de la Información en nuestro país, el desarrollo académico ha girado en torno a dos vectores no del todo independientes: las asociaciones de investigadores y los congresos organizados por esas organizaciones o por las propias facultades. Entre estas últimas ha habido algunos celebrados anualmente desde decenios, como es el caso de los congresos internacionales de comunicación (CICOM) organizados ininterrumpidamente desde 1986 hasta hoy por la Facultad de Comunicación de la Universidad de Navarra (Barrera, 2009: 264-265), o los congresos Latina de comunicación social, inicialmente vinculados a la revista del mismo nombre promovida por José Manuel de Pablos, de la Universidad de La Laguna en 1992. Como otros congresos universitarios de menos continuidad, su temática y formato son variables según las ediciones. Pero el congreso o reunión científica ha mostrado ser una fórmula muy frecuente y relevante para la difusión de la investigación en comunicación y su consolidación en España. Algunos de esos congresos son reuniones de carácter temático. Desde los años 80 del siglo pasado, investigadores de nuestro país fueron organizando sociedades académicas especializadas en aspectos diversos de la comunicación con el objetivo de intercambiar sus resultados (López-Escobar; Martín Algarra, 2017: 102-103). En Cataluña se puso en marcha en 1984 la Societat Catalana de Comuncació como parte del Institut d’Estudis Catalans. Con carácter temático y de ámbito nacional comenzaron a funcionar la Sociedad Española de Periodística (1989) y la Asociación de Historiadores de la Comunicación (1992).

Hubo que esperar hasta 2008 para que surgiera en España una sociedad científica y académica que acogiera a todos los investigadores de la comunicación en España, independientemente de su procedencia geográfica y su ámbito de especialización. El proceso fue bastante transversal y participativo, después de meses de trabajo quedó constituida en una reunión en la Universidad de Sevilla la Asociación Española de Investigación de la Comunicación (AE-IC), que muy pronto se convirtió en la asociación de referencia entre los investigadores y académicos de la comunicación en España, y también la que agrupa a un mayor número de socios. Miquel de Moragas, de la Universidad Autónoma de Barcelona, fue su primer presidente y los congresos de la AE-IC se han convertido en la referencia de la investigación en comunicación en nuestro país. Esa es la razón por la que hemos centrado nuestro estudio en las comunicaciones presentadas desde su fundación a los congresos de la AE-IC.

 

2.1.1. Los congresos como foro académico y su importancia en la carrera investigadora

 

Tres son los pilares que sustentan la actividad habitual de un profesor universitario en la actualidad: docencia, investigación y gestión. Son ámbitos que no están aislados entre sí, pues compiten por el tiempo del académico y conducen a una intensificación creciente de sus condiciones laborales (Sancho; Creus; Padilla, 2010). El trabajo universitario se configura, así, como una práctica social compleja y heterogénea, atravesada por múltiples tensiones y que pone al docente en relación con otros sujetos, saberes específicos, instituciones y con la sociedad en general (Walker, 2017).

Por otro lado, y desde el punto de vista corporativo, la tríada docencia-investigación-gestión es determinante de la calidad de las universidades. Especialmente relevante es la vertiente investigadora pues, como señala Gamboa-Suárez (2016: 85), «no se puede concebir una institución de educación superior sin la generación de procesos de investigación que dinamicen la construcción de conocimiento y el cambio social fruto de estos procesos». De ahí que también se incluya la «extensión universitaria» como una función social básica de las universidades, al promover la transferencia del conocimiento y el desarrollo cultural entre los distintos sectores sociales de su entorno (Pinedo, 2019).

Dentro de la dimensión de investigación, para el profesorado forma parte del proceso habitual de difusión del conocimiento la presentación de trabajos en conferencias y reuniones científicas, normalmente organizadas por asociaciones vinculadas a una disciplina académica. Los congresos son un evento de comunicación y también de socialización entre colegas (Santos Martínez, 2013), que puede aportar diversos beneficios para el investigador. Entre ellos, acreditar la calidad de la investigación (por el proceso de selección al que son sometidas las contribuciones presentadas), recibir comentarios de otros participantes que ayuden a la mejora de la propia investigación (aumentando las posibilidades de una publicación posterior en revista) y ampliar la red de contactos profesionales (García Canal, 2003).

Como apuntan Ruiz-Santos y Meroño-Cerdán (2007), la utilidad de los congresos según las percepciones de los investigadores también varía en función de si éstos asumen principalmente un rol de autor (que acude a las conferencias para difundir, mejorar e incrementar las posibilidades de publicación de su trabajo), un rol de aprendizaje (asiste más bien para aumentar sus conocimientos bibliográficos, teóricos o metodológicos) o un rol de relación (que entiende los congresos como un foro para mejorar contactos, crear equipos interuniversitarios o como una alternativa lúdica y cultural para el investigador). A la postre, la satisfacción de los participantes de un congreso también depende de cómo se han atendido durante su organización diferentes aspectos estructurales, organizativos, de difusión científica, socioafectivos y personales (Jiménez Eguizábal et al., 2013).

Por lo que respecta a la importancia que tiene la participación de los congresos en la trayectoria académica del profesor universitario, la Agencia Nacional de Evaluación de la Calidad y Acreditación (ANECA) reconoce como mérito académico la participación en congresos en sus programas de evaluación del profesorado (PEP y ACADEMIA), si bien el valor concedido varía a lo largo de la carrera académica y en función tanto de la rama de conocimiento del solicitante como del tipo de contribución llevada a cabo.

No obstante, es sabido que, desde el punto de vista de la promoción académica, la participación en congresos tiene un valor residual respecto a otras formas de difusión del conocimiento (como son las publicaciones de artículos de revista o libros) y a medida que se progresa en la carrera académica la expectativa es que dicha participación tome preferentemente otras formas, ya sea desde la organización del evento o como ponente invitado.

 

2.2. Corpus, Métodos y Técnicas 2.2.1. Criterios en la construcción del universo

 

El análisis del sistema de investigación académica en España sobre prácticas sociales de comunicación resulta excesivamente amplio como para someter su estudio a un único proyecto de investigación. Ante esta disyuntiva, la dirección del proyecto MapCom delimitó su investigación documental a la actividad investigadora que había sido publicada en canales científicos reconocidos por la comunidad académica, optando por los Artículos científicos y las Comunicaciones presentadas en congresos. Este capítulo se centra en los procesos, el análisis y los hallazgos derivados de la investigación que se realizó sobre las Comunicaciones presentadas en congresos.

Dada la multitud de conferencias y simposios académicos nacionales e internacionales que se celebran a lo largo del año en el territorio español y la variedad de sus temáticas, resultaba necesario acotar este extenso universo. Para ello, se decidió trabajar sobre una muestra que fuera indicadora de tendencias de manera cronológica y geográfica, por lo que se seleccionó una antología de trabajos que hubieran sido presentados en los Congresos Nacionales de la Asociación Española de Investigación de la Comunicación (AE-IC), la asociación nacional académica que procura englobar a todas las áreas de nuestro campo de conocimiento. La AE-IC ha organizado ocho congresos hasta el momento: Universidad de Santiago de Compostela (2008), Universidad de Málaga (2010), Universidad de Tarragona (2012), Universidad del País Vasco (2014), Universidad Complutense de Madrid (2016), Universidad de Salamanca (2018), Universidad de Valencia (2020) y Universidad Autónoma de Barcelona (2022).

La antología de comunicaciones seleccionada para la actual fase del proyecto Mapcom solo comprende aquellas que han sido publicadas en los congresos organizados entre el 2008 y el 2018 en formato electrónico en las páginas web de los Congresos. En total, 850 comunicaciones estaban accesibles para su análisis: 191 en Santiago (2008); 107 en Málaga (2010); 181 en Tarragona (2012); 129 en Bilbao (2014); 135 en Madrid (2016), y 107 en Salamanca (2018).

 

2.2.2. Diseño del protocolo de análisis de las Comunicaciones

 

La tarea prosiguió con el diseño del protocolo de análisis y la elección de los procedimientos para el acopio y la divulgación de los datos. Las variables elegidas para llevar a cabo el análisis se dividieron en tres grupos. Por lo que respecta a la identificación de los documentos, fueron Año del congreso, Género de la primera firma, Universidad de la primera firma, Título, Palabras clave, Número de autores, Comunidad Autónoma e Idioma. Por lo que atañe a su perfil epistemológico, las variables elegidas servían para señalar su Vinculación con una Investigación y la Naturaleza, Localización y Escenario del objeto de estudio. Finalmente, por lo que refiere a la metodología empleada, las variables propuestas señalarían los Objetivos de la Comunicación, así como los Objetivos y la Metodología dominante en la investigación vinculada o referida en el texto de la comunicación.

Para cumplimentar la recolección de datos se elaboró una guía para el registro y análisis de los documentos en la que se detallaba el propósito de cada una de las variables y de sus categorías correspondientes. La ficha de análisis resultante se digitalizó y se puso a disposición de los investigadores mediante un formulario on-line, con las variables y sus correspondientes categorías precodificadas en caso de que fueran preguntas cerradas, permitiendo así la importación de datos ordenada e independiente de la localización geográfica del investigador.

A continuación, se identifican las variables que conforman el libro de códigos junto con sus categorías y valores.

2.3. Resultados relevantes

 

2.3.1. Variables para la identificación de los documentos: Género, Comunidad Autónoma y objetivos de la comunicación

 

El gráfico 1 exhibe la evolución de las comunicaciones según el sexo de la primera firma. Como puede observarse, apenas se revelan diferencias significativas y, a pesar de que la participación de las mujeres es levemente superior en casi todos los congresos, podría afirmarse que la casi paridad en la evolución tiende a ser una constante.

El Gráfico 2 muestra la evolución del número de Comunicaciones según la Comunidad Autónoma. Con independencia de la localización del congreso, Madrid y Catalunya presentan las cifras más altas en todas las ediciones. No obstante, debe advertirse que la localización del Congreso incide positivamente en la participación de los investigadores locales en todas las ediciones. De esta forma, hay un mayor índice de investigadores gallegos en el Congreso celebrado en Santiago de Compostela o un mayor índice de investigadores andaluces en el de Málaga. La descentralización de los Congresos de la AE-IC favorece la implicación de un mayor número de investigadores.

Al observar el gráfico 3, evolución de las comunicaciones según sus objetivos, es notable la posición dominante en los primeros congresos del relato de prácticas comunicativas, es decir, los textos tienden a presentar hechos o experiencias y no visiones y modelos científicos (objetivos teóricos) o procedimientos para analizar las prácticas comunicativas (objetivos metodológicos). Sin embargo, con el paso del tiempo, también se muestra una tendencia del objetivo Relatar prácticas comunicativas a igualar su frecuencia con el resto.

Los gráficos 4, 5 y 6, evolución del número de comunicaciones según su vinculación con una investigación muestran un incremento en el número de textos que no están vinculados a investigaciones, al mismo tiempo que un descenso de las que sí lo están (gráfico 4). Las comunicaciones que muestran relación con una investigación suelen hacerlo con proyectos de investigación (gráfico 5) y, si bien en los primeros congresos las comunicaciones mostraban mayoritariamente los resultados de la investigación, parece darse una predisposición a presentar la investigación en sí o su diseño metodológico, pero no sus principales hallazgos (gráfico 6).

Al observar el gráfico 7, evolución de las comunicaciones según los objetivos de las investigaciones vinculadas, es destacable la posición dominante de la categoría Describir, con el 31,2% del conjunto, seguida de Explicar (18,4%), Evaluar (10%) e Intervenir (2,9%).

Por último, respecto al idioma, de las 850 comunicaciones analizadas, el castellano es el texto elegido en el 98,9%. Solo dos idiomas más aparecen en el análisis del corpus, el gallego y el euskera. Respecto al primero, siete comunicaciones fueron escritas en este idioma, todas ellas, con excepción de una presentada en el Congreso de Madrid, provenientes del Congreso de Santiago de Compostela. Dos comunicaciones fueron escritas en euskera, las cuales se presentaron en el Congreso del País Vasco. 2.3.2. Variables para el análisis de la metodología empleada

Respecto a la metodología dominante en la investigación vinculada o referida en el texto de la comunicación, resulta intuitivo pensar que su evolución será muy parecida a la encontrada en las bases de datos de las tesis doctorales y los proyectos I+D. Del total de las 850 comunicaciones analizadas, 354 estaban vinculadas a algún tipo de investigación (41%). Entre estas, pueden advertirse dos pautas: una, el dominio del análisis documental en todos los años; y dos, el descenso pronunciado del método basado en las observaciones (Gráfico 8). Podría inferirse que el análisis documental muestra un descenso leve pero continuado en forma de dientes de sierra, pero sería necesario incluir una cota temporal más amplia que permitiera confirmar esta tendencia.

El gráfico 9 visualiza la evolución de la triangulación predominante de la investigación vinculada a la comunicación, es decir, si la elaboración de las conclusiones se basa en el contraste de Fuentes documentales (orígenes de los que proceden los datos), Expertos (aportaciones publicadas por otros autores o especialistas del campo de estudio), Teorías (esquemas de representación de un objeto de estudio, propuestos por investigadores precedentes, que pueden ser confirmadas o no por la investigación), o Métodos (alternativas que abarcan la articulación de más de una técnica de investigación). En conjunto, las categorías más frecuentes son Fuentes documentales, con 122 casos (34,5%) y Métodos, con 84 casos (23,7%). Resulta llamativo observar dos cotas inusualmente altas para cada una de estas categorías en función del año del Congreso. Así, Fuentes documentales alcanza 41 casos en el 2008, pero solo 2 en el 2010 y 32 en el 2012. Algo parecido se aprecia con la categoría Métodos, con 4 casos en el 2012, 38 en Bilbao, y 12 en Madrid. Expertos y Teorías revelan una frecuencia estable a lo largo de los años por debajo de los 25 casos, con el 11,5% y el 9% respectivamente.

 

2.3.3. Objetos de estudio y contextualización 2.3.3.1. Evolución de las tipologías de los objetos de estudio

 

Al observar los datos en conjunto, la categoría más frecuente respecto al tipo de objeto de estudio es la Comunicación de Masas (Gráfico 10), que alcanza el 35,5%. No obstante, al desagregar por Comunidades Autónomas, puede observarse que todas las regiones muestran tendencia a disminuir la frecuencia respecto a esta opción, salvo en el caso de Andalucía y Castilla León donde crece ligeramente. Debe anotarse que esta circunstancia puede revelarse como falsa, ya que está condicionada por el inusual elevado número de textos adscritos a la categoría NP/NC durante el Congreso de Madrid.

La segunda categoría más frecuente es la Comunicación Organizacional (Organizaciones), que alcanza el 20%. Por Autonomías, Catalunya aventaja al resto de Comunidades, especialmente durante la celebración del Congreso en Tarragona donde se presentaron 31 comunicaciones. Por su parte, Madrid presentó 17 en el Congreso de Bilbao, su cota más alta, pero solo 3 en el de Madrid. Todas las Comunidades Autónomas aumentaron la frecuencia respecto a la Comunicación Organizacional con excepción de Madrid, Aragón y Valencia.

La Meta-investigación es la tercera categoría más frecuente con un 8% del total. A este respecto, la Comunidad con el índice superior es Madrid, especialmente durante el Congreso celebrado en la región, con 7 casos. Catalunya presentó 6 casos durante el Congreso de Tarragona, los mismos que Madrid. Y es destacable el número de casos en esta categoría de la Comunidad castellanoleonesa, con 5 en el Congreso de Tarragona, 2 en el de Madrid y 4 en el de Salamanca, la cifra más elevada ese año.

La Comunicación Grupal alcanza el 6,5% del conjunto. El escaso número de casos no permite observar pautas significativas, aunque Catalunya, con 17 casos, y Madrid, con 13, acaparan el 55% de esta categoría.

Por último, la Comunicación Interpersonal muestra un índice del 2,8%. De las 850 comunicaciones analizadas, solo 24 quedan adscritas en esta categoría. Al igual que en el apartado anterior, Madrid con 8 casos y Catalunya con 5 acaparan el mayor porcentaje (54%), seguidas de Andalucía, País Vasco y Castilla León, con tres casos cada una (Gráfico 10).

 

2.3.3.2. Evolución de la localización y el escenario de los objetos de estudio

 

A continuación, mostraremos los resultados respecto a la localización del objeto de estudio, es decir, la localización del entorno comunicacional en el que se inscribe o se analiza el objeto de estudio: offline, online o ambos. El gráfico 11 muestra una evolución decreciente de los objetos de estudio offline, aunque en el 2018 seguía siendo la categoría de mayor frecuencia. En cuanto a la evolución del escenario de los objetos de estudio (Gráfico 12), puede observarse que las categorías De masas y Organizacional presentan las mayores frecuencias, como ya vimos con la variable Tipología de los objetos de estudio. Si bien, se muestra una tendencia a la paridad con el paso de los años que, como advertimos, puede resultar engañosa debido al inusual número de casos NP/NC en el Congreso de Madrid. (Véanse gráficos 11 y 12).

 

2.4. Los temas de las comunicaciones presentadas en los congresos de la AE-IC

 

En Caffarel et al. (2018) podemos encontrar una representación muy exhaustiva del panorama de la investigación en comunicación en España. Las comunicaciones a congresos tienen la peculiaridad de que, en los últimos años, se han convertido en un vehículo de presentación de resultados parciales de la investigación en curso que, una vez concluidos, acabarán siendo publicados con posterioridad en revistas o en libros. Gómez-Escalonilla e Izquierdo-Iranzo (2020) estudian, dentro del proyecto MapCom, las comunicaciones presentadas en los Congresos AE-IC, centrándose en la brecha geográfica, el género y las temáticas predominantes.

En esa misma línea, Fernández-Fernández et al. (2020) analizan los temas de las comunicaciones AE-IC, que es precisamente el objeto de estudio de este trabajo. Para ello acuden a los libros de comunicaciones de los seis congresos analizados (2008-2018) con el objetivo de «hacer un balance sobre los temas o contenidos más frecuentes en los congresos de la Asociación Española de Investigadores de la Comunicación (AE-IC), con el fin de evaluar las orientaciones dominantes, las que han ido perdiendo peso en los últimos años y las que aparecen como tendencias de futuro» (p. 14). Para ello utilizan como plantilla de temas las propias convocatorias de los congresos que, a su vez, se basan en las sesiones y grupos de trabajo que han ido apareciendo en la AE-IC.

Son tres las principales conclusiones que obtienen de su análisis. En primer lugar, del total de comunicaciones presentadas en esos congresos hay cuatro temas prevalentes: los estudios del discurso, las teorías y métodos de la investigación en comunicación, la comunicación organizacional y la comunicación digital. La segunda conclusión es que, junto a esos cuatro temas con gran concentración de comunicaciones, en el resto de los temas existe una gran dispersión, que en muchos casos se solapan por su carácter transversal e interdisciplinar. Por último, destacan que los avances tecnológicos y la agenda social, informativa y cultural hacen que aparezcan nuevos temas que adquieren una gran notoriedad en las comunicaciones presentadas, buena prueba de que la investigación en comunicación no es en absoluto ajena a la realidad social y a las grandes tendencias que influyen en todos los ámbitos de las ciencias que tienen una neta dimensión aplicada, como es el caso de la comunicación.

 

2.5. Evolución y prospectiva

 

Como se señalaba en la introducción, los congresos tienen una función relevante en el desarrollo de un campo académico y así se constata también en la disciplina de Comunicación, atendiendo a la historia del caso español. Más aún, aunque desde el punto de vista de la progresión académica, no tienen el mismo valor que se le concede a las publicaciones (especialmente los artículos de revista), suponen un lugar de encuentro donde el profesorado universitario puede acreditar la calidad de su investigación, recibir comentarios de otros colegas que ayuden a mejorar su trabajo o ampliar la red de contactos profesionales, entre otros beneficios.

En las páginas precedentes hemos analizado las comunicaciones publicadas en los congresos bienales de la Asociación Española de Investigación en Comunicación (AE-IC), celebrados entre 2008 y 2018. El retrato que emerge del principal foro académico entre los investigadores de Comunicación arroja resultados interesantes. Es una conferencia donde existe paridad de género entre el número de participantes y donde el peso de las principales comunidades autónomas (Madrid y Cataluña, seguidas de Andalucía) encuentra correlato en la importante presencia que los académicos provenientes de sus universidades tienen en los congresos. En estos siguen teniendo prevalencia las investigaciones que relatan prácticas comunicativas, aunque la evolución muestra que van ganando pesos las comunicaciones con un enfoque más teórico y/o metodológico. No obstante, son comunicaciones en su mayoría con un marcado carácter descriptivo y donde la comunicación de masas (ya sea en su dimensión online u offline) es el objeto de estudio más frecuente.

Por limitaciones de extensión, no han sido aquí abordadas otras cuestiones relacionadas con los congresos de la AE-IC, que podrían constituir futuras líneas de investigación. Por una parte, y dado que los resultados muestran una tendencia a utilizar las comunicaciones en congresos para presentar no tanto los resultados de una investigación sino el diseño de la misma o una investigación en curso, sería interesante rastrear los artículos en revistas que constituyen las publicaciones derivadas de dichas comunicaciones. Se podría así examinar, por ejemplo, en qué medida las investigaciones presentadas en estos foros académicos acaban en revistas indexadas de calidad, ya sean nacionales o internacionales.

Por otro lado, aparte de las comunicaciones, cabría analizar con mayor extensión temporal qué rasgos tienen los conferenciantes de las sesiones plenarias y participantes en paneles generales de cada congreso o qué categoría académica tienen sus ponentes (Rodríguez-Gómez, 2016), además de los temas que se han abordado en ellos. Otra posible vía radicaría en saber qué Grupos de investigación de los registrados en las universidades españolas son los más prolíficos y/o constantes en participar en los congresos bienales de la AE-IC. También puede constituir un trabajo futuro ahondar en los resultados desde la perspectiva de las diferentes secciones temáticas de la Asociación, para averiguar, por ejemplo, en cuáles de ellas prevalecen más los objetivos teóricos o metodológicos, en qué secciones las comunicaciones recurren más a la triangulación metodológica o si el propósito dominante de las investigaciones (describir, explicar, evaluar, intervenir) presenta variaciones significativas en función de la sección temática a la que se adscriben.

 

2.6. Referencias bibliográficas

 

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Gráfico 1. Evolución de las comunicaciones según el género de la primera firma.

Fuente: Elaboración propia.

Gráfico 2. Evolución de las comunicaciones según la Comunidad Autónoma.

Fuente: Elaboración propia.

Gráfico 3. Evolución de las comunicaciones según los objetivos de la comunicación.

Fuente: Elaboración propia.

Fuente: Elaboración propia.

Gráfico 5. Evolución de las comunicaciones según el tipo de investigación vinculada.

Gráfico 4. Evolución de las comunicaciones según su vinculación con una investigación.

Fuente: Elaboración propia.

Gráfico 6. Evolución de las comunicaciones según el tipo de vinculación con una investigación.

Fuente: Elaboración propia.

Gráfico 7. Evolución de las comunicaciones según los objetivos de la investigación vinculada.

Fuente: Elaboración propia.

Gráfico 8. Evolución de la metodología dominante de la investigación vinculada.

Fuente: Elaboración propia.

Gráfico 9. Evolución de la triangulación predominante de la investigación vinculada.

Fuente: Elaboración propia.

Gráfico 10. Evolución de los objetos de estudio de las Comunicaciones.

Fuente: Elaboración propia.

Gráfico 11. Evolución de la localización de los objetos de estudio.

Fuente: Elaboración propia.

Fuente: Elaboración propia.

Gráfico 12. Evolución del escenario de los objetos de estudio.