Tecnopolítica, cultura cívica y democracia

 

 

Título del Capítulo: «Prólogo.Worlding»

Autoría: Augusto Jobim do Amaral

Cómo citar este Capítulo: Jobim do Amaral, A. (2022): «Prólogo. Worlding». En Sabariego, J.; Sierra Caballero, F., Tecnopolítica, cultura cívica y democracia. Salamanca: Comunicación Social Ediciones y Publicaciones.

ISBN: 978-84-17600-69-3

d.o.i.: https://doi.org/10.52495/prol.emcs.22.cc22

 

 

 

 

 

Prólogo. Worlding1

 

 

 

 

Con una mezcla de alegría, honra y satisfacción vengo a ofrecer mi contribución a estos investigadores comprometidos de la Universidad de Sevilla. Sumamos esfuerzos comunes, de modo diverso, cuya inspiración, a través de una transpiración constante, apela a la multiplicación de diferentes modos de vida que conspiran también por otros mundos posibles.

* * *

Una cronología tornaría imposible la representación de la intensidad de los encuentros e intercambios que se han producido en la red que impulsan la Pontificia Universidad Católica de Río Grande del Sur (PUCRS) y la Universidad de Sevilla (US). Encuentros, de hecho, radicales, que no se programan en el calendario, son indescriptibles momentos que nos transforman. Sucinta y resumidamente, recuerdo que la historia formal entre estas instituciones data de, al menos, 2017, cuando el colega Jesús Sabariego participó del Congreso Internacional de Ciencias Criminales de la PUCRS y con mi entrada inmediata, en razón de las inquietudes comunes de investigación, en el Consorcio Internacional Tecnopolíticas, liderado por Francisco Sierra Caballero, junto a investigadores como el propio Jesús Sabariego, Paolo Gerbaudo o Stefania Milan, por citar a algunos de sus integrantes.

Desde entonces, fueron realizados sucesivos encuentros internacionales en la Universidad de Coimbra (Portugal), Sciences-Pò Toulouse (Francia), la Universidad Libre de Berlín (Alemania), la Federal de Santa Catarina (Brasil) y muchos otros, además de la constante participación del profesor Jesús Sabariego en nuestro programa de posgrado en Ciencias Criminales, en tribunales de máster y doctorado del mismo, así como en encuentros virtuales permanentes entre los alumnos miembros de los grupos de investigación.

Un momento destacado en estos años ha sido la estancia del profesor Sabariego como profesor visitante en Brasil, a través del Programa de Internacionalización de la PUCRS, financiado por la Coordinación de Perfeccionamiento de Nivel Superior en Investigación del Ministerio de Educación de Brasil, para el desarrollo de un programa de investigación y docencia (training through-research) ligado a su proyecto MSCA Technopolitics, que concluyó con su obtención de un puesto como Profesor Extranjero Asociado del Programa de Post-graduación en Ciencias Criminales de la PUCRS.

Todo ello, con una profunda sinergia incontable, como mi experiencia en el periodo de la misión de trabajo en la Universidad de Sevilla, participando en el congreso Move.net y el XI congreso internacional de la Unión Latina de la Economía Política de la Información, la Comunicación y la Cultura (ULEPICC).

Lo anterior posibilitó la firma de un convenio entre la PUCRS y la US para el desarrollo de proyectos de investigación y docencia conjuntos, así como la firma de un acuerdo de co-tutela para el doctorado conjunto de ambas instituciones, que hasta ahora ya ha generado una tesis doctoral con doble titulación, con la calificación de Cum Laude, del Dr. Eduardo Salles, con una tesis de enorme vigor transdisciplinar, a partir de los enfoques metodológicos y teóricos del proyecto MSCA Technopolitics de Jesús Sabariego, orientador como profesor del programa de posgrado de la PUCRS también por la Universidad de Sevilla y del desempeño conjunto de los programas docentes y de investigación de ambas instituciones y sus grupos de investigación en el tópico.

La organización colectiva de dos obras —que hoy, felizmente, se han tornado una referencia en el asunto de ese proyecto, del que este libro es uno de sus resultados—, solamente sería posible con la apelación a un ritmo inseparable entre el afecto y el concepto. Fue así como el libro Algoritarismos, en 2022 (Sabariego; Jobim do Amaral; Salles), una publicación internacional e interdisciplinar con las contribuciones de 48 investigadores de Brasil, España, Estados Unidos, Argentina, Venezuela, Italia y Portugal, entre estudiantes de posgrado, doctorado y máster e investigadores principales senior, responsables de destacados grupos de investigación en el tópico, presentando desarrollos teóricos y casos de todo el mundo en cuatro idiomas (español, portugués, inglés e italiano, respetando en lo posible los originales), con el objetivo de construir una concepción ampliada, situada y contextualizada de la tecnopolítica actual, a partir de una teoría y praxis comprometidas (Engaged approach), principalmente, desde los movimientos sociales globales del Sur.

La ciudad como máquina biopolítica (Jobim do Amaral; Pereira; Sierra Caballero; Sabariego, 2022), obra colectiva a partir de un profundo proceso de reflexión y revisión de textos discutidos en seminarios internacionales en plena pandemia, supone el segundo trabajo de esta nueva red internacional e interdisciplinar, que coordinamos con cerca de medio centenar de investigadores de Brasil, España, Italia, Estados Unidos Colombia, Reino Unido, Francia, México, Argentina y Noruega.

Ambos trabajos, financiados junto a este volumen por la Unión Europea, dentro del proyecto MSCA Technopolitics, liderado por los profesores Sabariego y Sierra, han contado también con el apoyo en convocatorias competitivas internacionales de investigación de excelencia del Fondo Social Europeo, el Fondo Europeo de Desarrollo Regional, el programa Horizonte 2020, la Fundación para la Ciencia y la Tecnología de Portugal y del Ministerio de Ciencia e Innovación de España y la CAPES de Brasil.

El momento en que escribo este registro de gratitud y presento esta obra, que la excelencia del lector sabrá valorar, no podría ser más precioso. Sobre todo porque me encuentro en la víspera de poder encontrar a los colegas españoles, ahora en la condición de profesor visitante en la Universidad de Sevilla, para el segundo semestre de 2022. Si el orgullo venciese a la modestia, fácilmente diríamos:

Al final, sabemos constituir redes conjuntas, tejidas en relación, y capaces de unir dimensiones plurales no indiferenciadas.

* * *

Somos varios, y esto ya es mucha gente, dirían Deleuze y Guattari (2002: 9 y ss.). En tiempos asfixiantes —que en Brasil siempre nos recuerdan su materialidad, más allá de la metáfora—, apenas múltiples alientos pueden resistir las estrategias gubernamentales algorítmicas listas para formatear la cualidad como cluster de cantidades.

Bifo, en su Fenomenología del fin, alerta desde el inicio sobre el contexto contemporáneo que ha implicado una especie de mutación antropológica en nuestra sensibilidad, transformación fruto de una relación con la tecnología digital en la vida cotidiana. Ese síntoma funciona, en líneas generales, desde la deslocalización en dirección a una lógica meramente conectiva, en detrimento de una conjunción de cuerpos en una sensibilidad conjunta, que se desdobla en varios sentidos, sobre todo tecnopolíticos. Objetivamente, hay una mutación profunda en los procesos culturales actuales, que pasa por la transposición del modelo de «concatenación conjunta» hacia el predominio de un modelo de «concatenación conectiva» (Berardi, 2017: 13). Este libro es la prueba de que somos capaces de vibrar de otra forma y producir metamorfosis en los afectos; no extraña que cristalicen en macizos tecnocéntricos (Hui, 2020).

Su belleza no es apenas el relato de la síntesis reflexiva de una investigación científica. Más allá de ser uno de los productos más destacados de una investigación fundamental en el ámbito europeo y más allá de éste —que, obviamente, percibe desde siempre que teoría y práctica, antes que nada, son siempre acciones—, «Tecnopolíticas…» es, sobremanera, efecto coextendido de conjunciones provisorias, que arriesgan no ceder al dominio conectivo y que procura retomar el nivel político de los automatismos de las máquinas de procesamiento. Produce, por tanto, tensiones en el discurrir de las funciones algorítmicas preestablecidas, en dirección a otro espacio (digital) común.

El libro recorre al tiempo un necesario y ampliado concepto de tecnopolítica (cf. Pérez de Lama; Laulhé in Sabariego; Jobim do Amaral; Salles 2022: 19-43). No apenas flexionado en el plural, sino más allá de una definición oficial restringida a un uso táctico de activismo digital. He aquí una percepción más profunda. Aunque parta del análisis de las redes sociales, no se reduce a ellas, observando comprometidamente, las intrincadas, profundas y complejas relaciones entre tecnología, poder y política.

Saliendo de las imágenes superficiales y de sus consecuentes blindajes analíticos, a las que apuntan las tecnologías, sea como necesidad histórica, sea conforme a su pretendida neutralidad e independencia (Hardt; Negri, 2001), este volumen nos recuerda hasta qué punto las tecnologías son construcciones sociales, desde siempre formas sociotécnicas (Guattari, 1990). Por tanto, deben ser percibidas como montajes tensos y como producto de las relaciones de poder, es decir, de las líneas de fuerza forjadas por conflictos, críticas y experimentaciones.

Si la pista hace tiempo destacada por Wiener (1989), de que la «cultura tecnopolitana» representa un conjunto de «enduring frameworks» es correcta, la cuestión tecnopolítica, por decirlo así, debe ser enfrentada también como vector de acción social y política. La capacidad primordial que posee esta obra está, a mi juicio, en la virtud de apurar cómo y de qué forma, los regímenes tecnológicos ejercen su poder. Para recordar a Foucault (1995: 243), como éste, «incita, induce, decía, facilita o torna más difícil, amplía o limita, torna más o menos probables», ciertas prácticas tecnológicas.

Siendo sin duda alguna una toma de posición crítica con respecto a la globalización digital capitalista, su orientación recuerda lo primordial: Hay antes resistencias funcionando como «catalizador químico, de modo a esclarecer las relaciones de poder» (Foucault, 1995: 234) para desdoblar sus puntos de aplicación y métodos. Lejos del fatalismo de las relaciones de tecnopoder, que se establecen hoy hegemónicamente —que imposibilitarían tomar otra forma sino esta, o aún, que impedirían otros desarrollos futuros—, las resistencias «llegan en primer lugar», obligando a cambiar las relaciones de poder con sus efectos (Foucault, 2014: 257). No como mera reacción o pasividad, sino para transformar la situación, las resistencias están listas, tanto para demostrar la reversibilidad y el carácter provisional de las relaciones de poder, cuanto a la posibilidad de construcción de eventuales campos alternativos de «acción sobre acciones» de los otros (Foucault, 1995: 243). En suma, más que ambicionar tornar más dóciles las formas de control en que vivimos o ver las tecnologías apenas como instrumentos a ser corregidos, tornar visibles sus tensiones y configuraciones, es lo que puede hacer posible hoy algún otro tipo de relación con la técnica.

Cabría preguntarse, por tanto, si podemos liberar al General Intellect (recordado desde los Grundrisse, de Marx), del conocimiento/trabajo almacenado en máquinas y sistemas (cf. Guattari; Negri, 1999), teniendo en cuenta los desarrollos de la Inteligencia Artificial, la robotización, etc. —controlada de modo casi feudal, en una capacidad recursiva cada vez más inédita en la dirección de su reapropiación creativa. Tal vez aún debamos arriesgar, por coraje, para sobrepasar incluso alguna esperanza posible.

Ya somos «devenires» servidores, conjuntiva casi obvia en la obra de Deleuze y Guattari (2002). Podemos afirmar más: Estamos propiamente apenas a la deriva con artefactos técnicos. Pensar las tecnopolíticas de modo agudo como pretende esta obra es el desafío de con-vivir con la técnica. Recordando a Ilich que, en la crítica a los sistemas tecnológicos modernos, oponía las llamadas «herramientas de convivencionalidad», producidas para favorecer la libertad, la autonomía y la acción de quienes las usan (Ilich, 1978: 11 y ss.).

Nos componemos con los artefactos que pensamos y construimos. Agenciamientos maquínicos nos dan forma y producen modos de ser. Devenires cyborgs, como llamaba la atención Donna Haraway desde los años ochenta, nos con-forman. Tal vez el problema radical esté en cesar o enflaquecer la tarea de problematizar este vínculo, este trazo, este guión, como una condición que nos une y nos aparta al tiempo. Obliterar este borde/separación/unión es reducir aquello que nos con-forma a una conformidad mórbida. Es aquí donde entran las formas técnicas automatizadas, la lógica de una racionalidad técnica que estandariza y clasifica. Es por este ínterim que se lucha y que también opera esta obra, desafiando una «informática de la dominación» (Haraway, 2019b: 157 y ss.). Si podemos ser máquinas biológicas, máquinas informáticas, máquinas de guerra, etc. (Wark, 2017: 271 y ss.), es porque la tarea ética nos presupone, haciendo que nos cuestionemos si podemos y si queremos devenir otra cosa. «Sea lo que sea que seamos, necesitamos generar-con, devenir-con, componer-con los ‘confinados a la tierra’ [Earthbound]» (Haraway, 2019a: 158). En fin, sembrar un mundo, modelarlo, generar parentescos navegando en un mundo que (aún no) existe…

worlding…

Si el deseo, entendido como atracción a la singularidad, genera la razón de una existencia colectiva, nunca será demasiado luchar para estar a la altura del gesto de apertura conjuntiva en una singularidad colectiva.

¡Felicidades por el libro y buena lectura!

Porto Alegre/RS, Brasil 06/06/2022:

Pandemia, Año III.

Augusto Jobim do Amaral

Profesor del Programa de Post-grado en Filosofía

y del Programa de Post-grado en Ciencias

Criminais de la PUCRS/Brasil

1 Traducción del portugués, Jesús Sabariego.