@article{Alzola Cerero_2022, title={Capítulo 1. El anhelo de una utopía: El cine postsecular de Robert Guédiguian}, url={http://espejodemonografias.comunicacionsocial.es/article/view/4781}, DOI={10.52495/c1.emcs.8.c41}, abstractNote={<p>Europa ha estado cautivada, durante largos años, por la idea ilustrada de la razón como garante de certezas objetivas. A partir de la segunda mitad del siglo XX, señala Charles Taylor en A Secular Age (2007: 551), esta idea se ha ido quebrantando, dando paso a una “visión postsecular” por la cual algunas dimensiones de la conducta humana (como la creencia, la idea de lo sagrado o la conexión afectiva con el mundo) adquieren un lugar relevante en la vida de las personas y de las pequeñas comunidades. Tal y como han estudiado recientemente John Caruana y Mark Cauchi en Immanent Frames (2018: 5), muchas películas de los últimos años logran transmitir lo que significa “habitar el espacio abierto postsecular”. Entre estas películas, este capítulo centra su atención en algunos filmes del cineasta Robert Guédiguian donde su ateísmo de raíces marxistas convive con un claro interés por reivindicar la idea de lo sagrado y su capacidad para crear vínculos en las pequeñas comunidades que retrata. El director marsellés explicaba en una entrevista que “lo sagrado” se hace presente en cada “expresión absoluta de humanidad” (Pérez Colomé, 2003: 37). En este sentido, la escena Mi padre es ingeniero (Mon père est ingénieur, 2004) donde los protagonistas interpretan a los personajes de un Belén viviente, a la espera de un nuevo nacimiento, es una forma elocuente de subrayar el papel de lo sagrado en las relaciones que tejen la pequeña comunidad de familiares y amigos.</p> <p>Palabras clave: Robert Guédiguian, cine postsecular, Charles Taylor, identidad europea, cristianismo.</p>}, number={8}, journal={Espejo de Monografías de Comunicación Social}, author={Alzola Cerero, Pablo}, year={2022}, month={ago.}, pages={25–42} }