Investigación, Comunicación y Universidad. Research, Communication and University.

Proyectos I+D y Tesis doctorales, Debates y Encuestas a investigadores en las Facultades con Grados en Comunicación

 

 

Título del Capítulo: «Introducción»

Autoría: José Luis Piñuel Raigada

Cómo citar este Capítulo: Piñuel Raigada, J.L. (2018): «Introducción». En Piñuel, J.L. (dir.); Caffarel, C; Gaitán, J.A.; Lozano, C.; (eds.), Investigación, Comunicación y Universidad. Research, Communication and University. Proyectos I+D y Tesis doctorales, Debates y Encuestas a investigadores en las Facultades con Grados en Comunicación. Salamanca: Comunicación Social Ediciones y Publicaciones.

ISBN:978-84-17600-12-9

d.o.i.: https://doi.org/10.52495/intro.emcs.18.mic7







Introducción

 

José Luis Piñuel Raigada1

 

¿Qué es lo que miden los rankings de universidades? ¿Productividad y eficiencia? ¿Prestigio académico? Las dimensiones principales de los criterios de evaluación de las universidades en los rankings internacionales privilegian la Docencia, la Investigación más la Innovación, y el Desarrollo tecnológico. Estas dimensiones resultan relacionadas entre sí haciendo posible la obtención de mejores calificaciones en la productividad, la eficiencia y el prestigio académico. Según muestran los rankings de universidades (cfr. «U-Ranking. Indicadores Sintéticos del Sistema Universitario Español 2017», págs. 50-58) existe, en general, una correlación positiva entre la calidad de la docencia y la calidad de la investigación, progresando en los rankings concretamente la universidad pública, a medida que en ella mejoran los índices de la investigación, a diferencia de la universidad privada, en general, que hace residir su fuerza en la especialización de la docencia como factor que hace subir su lugar en los rankings. Entre los criterios de evaluación de los rankings se incluye como indicador el porcentaje de estudiantes de posgrado: «Alumnos matriculados en los centros propios en estudios de máster oficial en equivalente a tiempo completo sobre el total de alumnos matriculados en los centros propios en estudios de 1er y 2º ciclo, grado y máster oficial en equivalente a tiempo completo» (Op. cit. U-rankings, 2017, pág. 50).

Igualmente, se constituye en indicador del prestigio académico del Centro el número de becarios y doctorandos que forman parte de grupos de investigación con investigaciones en curso.

Sin rechazar la pertinencia de tales indicadores, también puede plantearse por otra parte estudiar directamente la productividad investigadora en la Universidad, recurriendo al análisis y evaluación de sus proyectos considerados de mayor rango académico, como son las Tesis Doctorales y los Proyectos I+D+i, en convocatorias estatales; pero también recurriendo a recabar las voces de los investigadores expresando sus reflexiones y experiencias en la actividad investigadora, lo cual puede lograrse de dos formas: una, a través de discursos expresados en su calidad de participantes activos de la comunidad científica, y otra a través de encuesta en calidad de integrantes individualmente censados como investigadores en las universidades y sociedades científicas. Entramos así en el desarrollo de una meta-investigación. La meta-investigación («investigación sobre la investigación») es una actividad habitualmente abordada desde la filosofía del conocimiento científico y en ocasiones desde la sociología de la ciencia, y el objeto de estudio sobre el cual se plantea esa «investigación sobre la investigación» (meta-investigación) casi siempre han sido las prácticas investigadoras reconocidas según las materias de estudio y/o los procedimientos metodológicos en la elaboración, registro y tratamiento de los datos puestos a disposición de las comunidades científicas. Y a este propósito, abordar entonces la meta investigación circunscrita a campos científicos.

Ahora bien, al plantear las actividades intelectuales y experimentales desarrolladas con el propósito de aumentar los conocimientos sobre un determinado campo —que en este caso es la COMUNICACIÓN— nos hemos de preguntar cuáles diferencias se derivan si cambiamos las preposiciones que hayan de preceder al término de la comunicación. En concreto ¿Da lo mismo «investigar o investigación EN comunicación», que decir «investigar o investigación DE la comunicación», que «investigar o investigación SOBRE la comunicación»?2 Es obvio que antes de adelantar respuesta alguna a estas cuestiones, se debe reparar en la noción de «Comunicación» en el contexto de las ciencias y de la atribución de validez respecto a los conocimientos que ellas proporcionan. Y en este sentido, la pregunta es: ¿qué ocurre en el ámbito de la epistemología científica con la Teoría de la Comunicación? Aun a riesgo de resumir en exceso, sería aceptable traer a colación este texto que nos ha servido en reiteradas ocasiones (p.ej. Piñuel, 2009) para recapitular las aproximaciones de las ciencias a nuestro objeto de estudio: la comunicación. El texto es este:

«Por las ciencias de la naturaleza hemos llegado a comprender, precisamente, cómo la comunicación permite a los seres vivos, en primer lugar, ir configurando un dominio de existencia propio, al que se incorporan de forma recíproca y dialéctica las habilidades de la especie y las oportunidades que les brinda el entorno (Cfr. v.g. Maturana y Varela, 1973, 1996); y por las ciencias humanas hemos llegado a comprender cómo, en segundo lugar, la comunicación llega a ser un comportamiento específico determinante en la evolución del individuo (en su maduración personal y social —Cfr. v.g. Vigotsky, L.S. 1988), pero también en la construcción de identidades, hábitos, escenarios e imaginarios sociales sin los cuales ni el conocimiento compartido, ni las relaciones humanas en sociedad se pueden reproducir (Cfr. v.g. Luhman, N. 1991); hemos llegado a comprender cómo también, en tercer lugar, la comunicación es el universo respecto al cual adquieren vida y vigencia las reglas del lenguaje, las normas de la lengua y los discursos expresivos pero que, recíprocamente también, reglas, normas y discursos contribuyen a enriquecer y reproducir el universo de la comunicación (Cfr. v.g. Deacon, T.W, 1997); también por la Arqueología y las ciencias etnográficas, hemos llegado a comprender cómo, en cuarto lugar, la escritura y su evolución cultural muestra esa dialéctica entre comunicación y lenguaje, promoviendo la reproducción del conocimiento socialmente vigente, de generación en generación (Cfr. v.g. Garfinkel, H. 1967); cómo, en quinto lugar, con la experiencia de la escritura llega el titubeo sobre la mejor adecuación entre expresiones y representaciones, y que estas dudas aparecen tanto si se considera el desarrollo del individuo, como la evolución de las culturas, y están en el origen de los discursos que socialmente se imponen para garantizar el conocimiento seguro (con sus criterios de «verdad», tanto míticos como científicos —Cfr. v.g. Lledó, E. [1961] o Piñuel, J.L. y Lozano, C. [2006] cap. 6); cómo, en sexto lugar, van cambiando históricamente estos criterios de verdad cuando se aplican al propio «discurso histórico», el cual proporciona las claves para ubicar en el tiempo y el espacio el acontecer de la comunidad propia y de las ajenas (Cfr. v.g. Ranke, L.V. 1954; Bachelard, G. (1973); y, en fin, cómo, en séptimo lugar, la reflexión científica sobre la comunicación como objeto de estudio, ha llevado a repensar el orden natural y el orden social desde la propia práctica social de la comunicación (Cfr. v.g. Leydesdorff, L. [2003], o bien Piñuel J.L. & Lozano, 2006, op. cit. cap. 8). Existe así el reto epistemológico de enfrentarse, primero, a cierta excesiva acumulación de saberes que atañen a la comunicación como objeto material de estudio; y este empeño posiblemente ha obligado a los profesores de la materia a repasar los saberes que actualmente la biología, la psicología, la lingüística, la filosofía, la historia y la sociología aportan al estudio de la comunicación animal, de la comunicación humana y de la comunicación social; también a veces se plantea examinar tales aportaciones procurando completarlas hasta constituir un campo de estudio: el de la comunicación».

Pues bien, tomando esto en consideración, las alternativas de la investigación EN, SOBRE y DE la «Comunicación» adquieren significados y dimensiones distintos tanto para enfocar el objeto de estudio como para examinar la utilidad y el rendimiento sociales de estudiarlo procurando describirlo, primero, según variables y categorías; explicarlo, después, proponiendo modelos susceptibles de ponerse a prueba; valorar, a continuación, los modelos puestos a prueba; y, finalmente, servirse de los modelos mejor valorados para intervenir en el curso del acontecer transformando el objeto de estudio en busca de beneficios.

Si se habla de la investigación y/o de los investigadores EN comunicación, se trataría entonces de la Comunicación como un campo de estudio en el que se eligen objetos de interés para ser descritos, explicados, valorados y, si es posible, modificados buscando un rendimiento.

Si se habla de la investigación y/o de los investigadores SOBRE la comunicación, se trataría entonces de la Comunicación como un objeto de estudio cuya estructura interesa describir, explicar, evaluar y, si es posible, transformar en busca de algún rendimiento.

Si se habla de la investigación y/o de los investigadores DE la comunicación, se trataría entonces de la Comunicación como una disciplina de estudio cuyas teorías, métodos y técnicas de elaboración, registro y tratamiento de datos susceptibles de ser descritos, explicados, valorados y, si es posible, modificados buscando un rendimiento, constituyen un «saber» y un «hacer» expertos con reconocimiento social.

Supuesto este contexto, en el año 2013 y en la convocatoria estatal española de Proyectos I+D, cuatro equipos coordinados, uno como equipo coordinador con sede en la Universidad Complutense (UCM)3 y los otros tres en la Universidad del País Vasco (EHU),4 la Universitat Jaume I (UJI)5 en Castellón, y la Universidad de Málaga (UMA)6 presentaron solicitud para realizar un estudio con el título «El sistema de investigación en España sobre prácticas sociales de Comunicación. Mapa de Proyectos, Grupos, Líneas, Objetos de estudio y Métodos», cuyo acrónimo adoptado fue MAPCOM (ref. CSO2013-47933-C4). El Proyecto MapCom, aspiraba a contribuir a la elaboración de un mapa capaz de representar el desarrollo del sistema de investigación en España sobre prácticas sociales de Comunicación, estableciendo:

1. Un banco de datos de acceso abierto sobre Proyectos, Grupos, Líneas, Objetos de estudio y Métodos de investigación, recopilando y analizando las memorias científicas de las solicitudes y de los informes de todos aquellos proyectos de investigación financiados desde 2007 por convocatorias nacionales, así como de las Tesis Doctorales aprobadas también desde 2007, en las universidades españolas con titulaciones de grado y postgrado en las áreas de la Comunicación, según zonas geográficas en que operativamente se distribuyeron el trabajo los equipos de investigación coordinados de la siguiente manera: Área 1: Castilla y León, Castilla La Mancha, Madrid y La Rioja; Área 2: Galicia, País Vasco, Navarra y Aragón; Área 3: Andalucía, Extremadura y Canarias; y Área 4: Cataluña, Comunidad Valenciana, Islas Baleares y Murcia.

Los informes de esta fase se pueden consultar en la web de MapCom https://mapcom.es/investigacion/, así como sus bases de datos en http://www.mapcom.es/bases-de-datos. Y entre las publicaciones a que se ha dado lugar destacan Caffarel, C., Izquierdo, P. y Núñez, S. (2018); Martín Algarra, M., Serrano-Puche, J. y Rebolledo, M. (2018); Caffarel-Serra, C. (2018); Piñuel, J.L., Gaitán, J.A., Lozano, C., Gallardo, L. (2017), Caffarel, C. y Ortega, F. y Gaitán, J.A: (2017), Piñuel, J.L., Gaitán, J.A., Lozano, C., Gallardo, L. (2017), Barranquero Carretero, A. y Limón Serrano, N. (2017), Díaz Nosty, B. y de Frutos, R. (coord.) (2016), Gaitán Moya, J.A.; Lozano Ascencio, C. y Piñuel Raigada, J.L. (2016), Lozano, C. y Gaitán, J.A. (2016), López-Escobar, E. y Martín Algarra, M. (2016), Vicente, M., Sánchez, P. (2016), Ortega, F. (2016), Vicente, M., Piñuel, J.L. (2016), Sánchez de Diego, M. (2015), Lozano Ascencio, C. y Piñuel Raigada, J.L. (2015), Piñuel, J.L., Lozano, C., Gaitán, J.A. (2015).

2. En segundo lugar, estableciendo el discurso hegemónico de los académicos que, en una segunda fase del proyecto, participaron en debates sobre resultados obtenidos del análisis de Tesis y Proyectos I+D. Fueron convocados a debate investigadores principales (IP) y directores de tesis doctorales; responsables de grupos consolidados de investigación; gestores académicos de proyectos y programas de investigación; portavoces de sociedades científicas; editores de revistas fuente del ámbito de la Comunicación y, finalmente, investigadores junior, en sesiones celebradas en Madrid, Barcelona y Málaga utilizando la técnica conocida como Phillips 66. Se pueden consultar los informes de estos debates en http://www.mapcom.es/investigacion/fase-2. Y entre las publicaciones a que se ha dado lugar destacan Peñafiel, C., Torres, E. e Izquierdo, P. (2017); Ortega, F., Azurmendi, A. y Muñoz Saldaña, M. (2018) y Caffarel, C., Ortega, F. y Gaitán, J.A. (2018).

3. Una tercera fase consistió en lanzar un formulario de encuesta aplicado on-line al universo de investigadores del territorio español, censados tanto en sociedades científicas como en registros académicos de las universidades. Se pueden consultar los informes de estos resultados de encuesta en http://www.mapcom.es/investigacion/fase-3. Y entre las publicaciones a que se ha dado lugar destacan Caffarel, C., Gaitán, J.A., Lozano, C. y Piñuel, J.L. (2018), Lozano Ascencio, C. y Rodríguez Serrano, A. (ed.) (2018).

Hemos citado y ofrecido las URL donde están publicados los datos de cada una de estas fases del Proyecto MapCom y si el lector las ha abierto, habrá reconocido que los datos recabados en cada una de estas fases se brindan a través de visualizaciones interactivas geomáticas o cartográficas del territorio español, configuradas según localizaciones correspondientes a Comunidades Autónomas (CC.AA.) y universidades donde se imparten grados y postgrados de las áreas académicas de la Comunicación. Así, el mapa correspondiente a la fase 1, aparece en https://mapcom.es/includes/mapas/tesis_doctorales/ y https://mapcom.es/includes/mapas/proyectos/ y brinda las localizaciones y datos procedentes de los análisis de tesis doctorales y proyectos I+D+i realizados entre 2007 y 2013 inclusive, en la universidad española con grados y postgrados de Comunicación; el mapa correspondiente a la fase 2, https://mapcom.es/includes/mapas/grupos_investigacion2/, ofrece los datos relevantes y localizaciones de los grupos de investigación en la universidad española con grados y postgrados en Comunicación, que sirvieron de base para organizar los debates a propósito de la actividad investigadora; finalmente el mapa correspondiente a la fase 3, que se puede abrir aquí https://mapcom.es/includes/mapas/encuestas/, muestra las localizaciones geomáticas de las respuestas a la encuesta aplicada al censo de investigadores.

Los avances tecnológicos, el desarrollo de las telecomunicaciones y la revolución de la tecnología de la información han sido fundamentales para impulsar el surgimiento y desarrollo de la Cibercartografía como un lenguaje nuevo para la transmisión de información espacial a grupos sociales, organizaciones o instituciones (Taylor, 2003).7 El término Cibercartografía fue introducido por primera vez en 1997 por Fraser Taylor en el curso de una reunión de la Asociación Internacional Cartográfica (ICA) celebrada en Estocolmo (Suecia). Según Taylor, la Cibercartografía transforma datos de cualquier tipo, por ejemplo científicos y académicos, en representaciones interactivas que permiten al usuario explorar y geolocalizar de nuevas formas los patrones y relaciones territoriales de fenómenos sociales. El cibermapa es un conjunto básico de coordenadas geoespaciales con atributos enlazados que actúan como un mecanismo organizador para el almacenamiento, análisis y diseminación de información específica sobre una variedad de conceptos.

En el proyecto MapCom, se hizo una cartografía cibernética de la producción investigadora en comunicación, para construir un sistema interactivo de acceso informático a discursos científicos legitimados por los protocolos de la actividad investigadora de las universidades españolas con titulaciones en grado y postgrado en comunicación. La recogida de la información brinda así un sistema interactivo de acceso informático a discursos científicos, que va más allá de lo que es sólo un repositorio (como lo es TESEO para las tesis doctorales, por ejemplo) y su análisis. Consiguientemente, la recogida de la información se usó para la elaboración de mapas interactivos a partir de la construcción de repositorios, muchos de los cuales no se han hecho antes, solo existe Teseo para las tesis doctorales, pero no existen repositorios (como los que ha realizado MapCom) para proyectos I+D, y próximamente disponibles para artículos científicos, comunicaciones a congresos y libros de investigación. Y la discusión y construcción de una problemática de investigación, está explicitada precisamente en el planteamiento para llevar los contenidos de estos repositorios a localizaciones geomáticas mediante mapas interactivos de acceso abierto. Y esta aportación primera de MapCom sirvió posteriormente para la discusión y cuestionamiento de problemas de investigación, abordados no solo mediante el análisis de los discursos científicos publicados en Tesis y Proyectos I+D, sino muy especialmente llevados a sesiones cualitativas de discusión (Phillips 66) con responsables de investigación, y posteriormente a una encuesta al censo de investigadores.

Reiteramos pues que a los repositorios le sigue un análisis de variables del discurso científico (tanto el publicado en Tesis, Proyectos I+D, como el discurso de los investigadores obtenido por técnicas cualitativas de conversación personal y grupal, como cuantitativas por técnicas de encuesta), cuyos resultados han sido ofrecidos tanto en Bases de Datos de Acceso libre, como en cartografías interactivas de consulta abierta. Y tras consultar las cartografías interactivas ya publicadas en https://mapcom.es/mapas/, se brindan los impactos y los servicios provistos por la metainvestigación, entre los cuales resaltamos los siguientes:

  1. El marco unificado de consulta e intercambio a través de la página web www.mapcom.es con la proyección cartográfica interactiva (Mapas) del territorio académico de la producción investigadora en el campo de la Comunicación en el Estado y la Comunidades Autónomas.
  2. El acceso fácil y directo a los censos, las bases de datos y los repositorios (OPEN ACCESS) de las publicaciones y de las aportaciones de la investigación financiada con fondos públicos, facilitando con estos Mapas de la producción investigadora en Comunicación, un recurso útil para los investigadores y las Administraciones Públicas.
  3. El marco de referencia permanente destinado a las Comunidades Autónomas, a las Universidades y a los investigadores de la Comunicación que podrá ser mantenido y enriquecido por estudios ulteriores que actualicen esta meta-investigación, y ello gracias a la representación cartográfica del estado de la cuestión de la producción investigadora en Comunicación en España.
De la explotación de los datos así obtenidos, puede concretamente extraerse, además, resultados sobre qué lugares (centros académicos, comunidades autónomas y zonas geográficas), en qué años desde 2007, en qué programas (convocatorias y postgrados), qué equipos (cuántos y cuáles y con qué estructura), etc., privilegian, o por el contrario desdeñan, qué objetos de estudio y qué métodos y/o técnicas de investigación. De esta explotación, se podrán obtener repositorios con los proyectos de investigación estudiados y con los perfiles y tendencias sobre el estudio de las prácticas sociales de Comunicación por centros, zonas geográficas y comunidades autónomas, hasta completar después el Mapa de la investigación sobre Comunicación en España, mapa que mientras se está actualizando, es ya objeto de seguimiento en una página web del proyecto coordinado (www.mapcom.es), y que sirve así de referencia para políticas futuras de investigación científica.

Solo resta finalmente invitar al lector a explorar los capítulos que siguen. El capítulo primero brinda un repositorio y un análisis de contenido de Proyectos y tesis doctorales cuya aparición entre 2007 y 2013, se ofrece para consulta geomática. El capítulo segundo presenta los debates de la comunidad científica realizados en sesiones celebradas en 2016 en Madrid, Barcelona y Málaga, cuyo análisis cualitativo se lleva a otra cartografía susceptible de representar los discursos hegemónicos de esta comunidad ante la precariedad de la actividad investigadora. El capítulo tercero ofrece los resultados, y su cartografía interactiva correspondiente, de la encuesta aplicada al censo de investigadores académicos a cuyas competiciones por el re-conocimiento quedan sometidos los rendimientos conseguidos por aumentar el conocimiento. Finalmente el capítulo cuarto presenta la metodología utilizada en la elaboración cibercartográfica de cada una de las Bases de Datos correspondientes a las fases del Estudio.

 

 

1 Catedrático de la Universidad Complutense, pinuel@ucm.es
2 La formulación de estas preguntas apareció ya publicada en Piñuel J.L. (2018), y su fundamento puede consultarse en Piñuel, J.L. (2009).
3 Con Investigador Principal (IP) José Luis Piñuel, y como co-IP Juan Javier Sánchez Carrión, y en el equipo de investigadores con Carmen Caffarel Serra, Carlos Lozano Ascencio, Mª Luisa Sánchez Calero, Alejandro Barranquero Carretero, Miguel Vicente Mariño, José Carlos Sendín Gutiérrez y Félix Ortega Mohedano, Juan Antonio Gaitán Moya, Manuel Sánchez de Diego y Carlos Arcila Calderón, y en el equipo de trabajo Luis Gallardo Vera, Gema Fernández Hoya, José Manuel Segovia Guisado, Pilar Sánchez García, Flávia Gomes Franco e Silva, Rainer Rubira García, Verónica Rocamora Villena y Nieves Limón Serrano y María Elena Melón Jareda.

4 Actuando como Investigadora Principal (IP) Carmen Peñafiel Saiz y en el equipo de investigadores Milagros Ronco López, Emma Torres Romay, Juan José Videla Rodríguez, Agurtzane Elordui Urquiza e Idoia Camacho Markina. Y en el equipo de trabajo Iratxe Fresneda Delgado y Lázaro Echegaray Eizaguirre.

5 Con Investigador Principal (IP) Javier Marzal Felici y en el equipo de investigadores Marta Martín Núñez, Jessica Izquierdo Castillo, Esteban Galán, Fernando Canet, Roberto Arnau Rosselló, Emilio Sáez, Juan Luis Gonzalo Iglesia, Diego Molla Furió, Leonarda García Jimenez, Maria Soler Campillo, Manuel D. Pellicer Rosell, Miguel Carvajal, Fernando Olivares Delgado, Laura Bergés Saura, José María Bernardo Paniagua, María Ángeles Durán Mañes, Anunciación Ramírez Queralt, Antonio Castel Tremosa, Aarón Rodríguez Serrano y Laura Cortés-Selva. Y en el equipo de trabajo Samuel Gil Soldevilla, José Antonio Palao Errando, Teresa Sorolla Romero y Antonio Loriguillo.

6 Con Investigador Principal (IP) Bernardo Díaz Nosty, y en el equipo de investigadores Carmen Rodríguez Wangüemert, María Eugenia González Cortés, Ana Castillo Díaz y Jordi Alberich Pascual. En el equipo de trabajo Deborah González Jurado, Ruth Ainhoa de Frutos García, Lucía Benítez Eyzaguirre, Alberto Isaac Ardévol Abreu, Ramón Marínez García y Gloria Hoyos López.

7 Taylor Fraser, 2003, «Cyberecartography: Introductory Project Description». Publication of the Human Oriented Technology Lab. Carleton University

Url: http://www.carleton.ca/hotlab/hottopics/Articles/September2003-Cybercartog.html