Título del Capítulo: «Prólogo. Investigar la investigación en Comunicación»
Autoría: Miquel de Moragas
Cómo citar este Capítulo: Moragas, M. de (2023): «Prólogo. Investigar la investigación en Comunicación». En Caffarel, C.; Lozano, C.; Gaitán, J.A.; Piñuel, J.L. (eds.), MAPCOM. Quince años de investigación sobre Comunicación en universidades españolas. Fifteen years of research into Communication in Spanish universities. Salamanca: Comunicación Social Ediciones y Publicaciones.
ISBN:978-84-17600-82-2
d.o.i.: https://doi.org/10.52495/prol.emcs.20.mic8
Miquel de Moragas
Expresidente de la AE-IC
El libro MapCom: quince años de investigación sobre comunicación en universidades españolas recoge los principales resultados de sucesivos proyectos de investigación realizados entre 2007 y 2022, en los que participaron cerca de 90 investigadores de varias universidades españolas.
Estas investigaciones fueron coordinadas inicialmente por José Luis Piñuel Raigada y Juan Antonio Gaitán Moya y, posteriormente, por Carmen Caffarel Serra y Carlos Lozano Ascencio, editores, ahora, de la edición de este libro.
MapCom surgió en paralelo a la creación de la Asociación Española de Investigación de la Comunicación (AE-IC), en 2007, una asociación que, desde el principio, contó con una sección específica dedicada a las «Teorías y métodos de investigación en comunicación» y con una comisión de política científica que dio el primer impulso al MapCom.
Su objetivo era elaborar un banco de datos —de acceso abierto y participativo— que permitiese mapear el estado de la investigación en nuestro campo, en una etapa caracterizada por una gran multiplicación de estudios universitarios, con decenas de universidades en España impartiendo titulaciones de Comunicación, y con algo más de cuatro mil profesores en las Facultades públicas y privadas. Todo ello ya muy lejos de la etapa inicial de las Facultades de Ciencias de la Información cuyo 50 aniversario conmemoramos en 2021.
MapCom venía a cumplir una misión específica dentro de la política de investigación en comunicación: dar a conocer experiencias y facilitar contactos entre las distintas universidades de España y América Latina, de acuerdo con el espíritu fundacional de propia AE-IC.
¿Qué nos ofrece?
MapCom ofrece datos de los principales ámbitos de nuestro campo: temas de estudio preferentes, enfoques epistemológicos (métodos y técnicas de investigación), pero también sus prácticas y formas de producción de la investigación.
El objeto material de MapCom son los documentos que recogen las investigaciones realizadas: libros de referencia, artículos en revistas científicas, tesis doctorales, comunicaciones a congresos, así como la actividad de los grupos de investigación (213 grupos identificados) y su participación en proyectos I+D.
La observación de datos se completa con el análisis de las prácticas de la comunidad científica, siguiendo las opiniones de los y las investigadoras: ¿cómo se organiza la comunidad?, ¿cómo interactúa y qué oportunidades y obstáculos encuentra en su desarrollo?
MapCom, pone en evidencia tanto las debilidades y amenazas, como las fortalezas y oportunidades, por ello se convierte en un instrumento de apoyo a la corrección de los desequilibrios y vulnerabilidades de la actividad investigadora.
MapCom nos invita a repensar las finalidades (misiones) y las funciones de la investigación en relación con el sistema de comunicaciones y la construcción del espacio público. Y esto afecta al personal investigador y a los grupos de investigación, pero también al conjunto de las instituciones académicas. Así, por ejemplo, a las Facultades de Comunicación les corresponderá asumir una doble misión: tanto la formación de profesionales como el desarrollo de la investigación.
Las asociaciones académicas (IAMCR, ECREA o AE-IC), como instancias independientes y autónomas, deberán apoyar a la comunidad científica con programas específicos de coordinación y difusión, corrigiendo desequilibrios.
Los organismos responsables de la política científica, que gestionan los programas de investigación y marcan prioridades temáticas, deberán irse adaptando a las nuevas necesidades derivadas de los cambios sociales, entre ellos la nueva centralidad de los procesos de comunicación en la sociedad actual.
Los grupos de investigación, por su parte, se enfrentarán al reto de superar los micro individualismos para crear instituciones de mayor dimensión e impacto.
Distintos capítulos de este libro hacen referencia al problema del método como reto fundamental de los actuales estudios de comunicación. El propio MapCom plantea su futuro como «una instancia permanente de metainvestigación en comunicación».
En los últimos años la preocupación por «la teoría de la teoría» se ha materializado en diversos estudios sobre la historia de la investigación, sobre todo al coincidir con la celebración de los 50 años de la creación de las Facultades de Ciencias de la Información. Debería evitarse que este interés fuese sólo pasajero.
Quedan pendientes temas importantes sobre la naturaleza teórica de la comunicación, como la de una teoría o «post disciplina» que encuentre su lugar entre las ciencias sociales.
La investigación de la comunicación supone, de hecho, una gran variedad de ámbitos, lo cual se evidencia en la continua ampliación y cruce de títulos entre las secciones temáticas y grupos de trabajo de las asociaciones académicas, un cruce que no siempre se ha visto acompañado del correspondiente desarrollo metodológico.
MapCom destaca, por ejemplo, la proliferación de trabajos (tesis, artículos, ponencias) basados en análisis de contenido y, en cambio, la carencia de otras aproximaciones sobre prácticas comunicativas, tanto de producción como de recepción.
Los distintos capítulos de MapCom incluyen en sus análisis una referencia específica al género (autores o autoras) de las investigaciones, relevando la existencia de paridad en algunos aspectos (por ejemplo, en las ponencias a congresos y artículos científicos) pero también una gran desigualdad en otros aspectos (por ejemplo, en los libros de referencia, la dirección de proyectos y grupos de investigación).
Por lo que se refiere al interés y relevancia de los temas tratados podemos destacar el interés de la investigación más joven por la problemática social y por la actualidad de las grandes tendencias derivadas de los cambios en la comunicación.
La deseable extensión de la paridad de género en todos los ámbitos de la investigación repercutirá, sin duda, en la inclusión de temáticas y perspectivas más feministas.
Recomendaciones de MapCom sobre la práctica académica
MapCom ofrece numerosas recomendaciones críticas sobre la organización de la investigación y que deberían ser tomadas en consideración por las agencias responsables.
MacCom se refiere, por ejemplo, al condicionante que supone para la investigación la forma actual de promoción del profesorado, con nuevas y rígidas formas de evaluación, basadas en cuestionables algoritmos sobre calidad e impacto.
La «academia» ha ido cediendo a las grandes industrias editoriales los criterios de selección y promoción de sus expertos y expertas. Se tiende entonces a priorizar la investigación que mejor se adapta a los temas, formatos y tiempos de los artículos en las revistas clasificadas, abandonando otros tantos géneros, a costa de ignorar visiones de conjunto de los complejos fenómenos de la comunicación.
Se produce una inversión de prioridades en la práctica académica. Así, por ejemplo, la participación en los congresos de comunicación apunta más a la obtención de valoraciones favorables por parte de las agencias de evaluación que al intercambio y a la aportación de innovaciones a la actividad investigadora.
Finalmente, otro de los valores destacables de MapCom es el que hace referencia a la forma de presentación interactiva de sus resultados, descrito con detalle en el capítulo 10 («El sitio web de MapCom: datos, mapas y transferencia»).
La amplitud del repositorio MapCom exigía dotarse de fórmulas estadísticas y gráficas que hiciesen visibles las conexiones, no siempre evidentes, entre los datos. Esta virtualidad se completa con la posibilidad de gestionar la información de manera interactiva, facilitando así la creación de redes de investigación, optimizando la producción científica y, especialmente, los estudios comparados.
Como señalan los autores, la continuidad de MapCom como plataforma para el intercambio y la cooperación será posible gracias al depósito de sus materiales, no sólo en su sitio web, sino también en repositorios de larga duración.
La comunidad científica (las universidades y entes públicos), en consonancia con lo que serán los servicios públicos de información en la era digital, debería adaptarse y utilizar estos nuevos recursos, desarrollando esta clase de repositorios abiertos.
Los procesos de comunicación en red permiten a las organizaciones académicas nuevas formas de organización, utilizar los «motores de búsqueda», pero también crear «motores de encuentro», para la cooperación de los grupos de investigación.
Este es el legado de MapCom.