La estampación [como proceso creativo] (2024)

 

 

Título del Capítulo: «El secado y aplanado de la estampa»

Autoría: María del Mar Bernal

Cómo citar este Capítulo: Bernal, María del Mar (2024): «El secado y aplanado de la estampa». En Bernal, María del Mar, La Estampación [como proceso creativo]. Salamanca: Comunicación Social Ediciones y Publicaciones.
ISBN: 978-84-10176-00-3

d.o.i.: https://doi.org/10.52495/c18.emcs.29.art2

 

 

 

Capítulo 18. El secado y aplanado de la estampa

Al presionar el papel húmedo contra la matriz las fibras se desfiguran. Tras la estampación es conveniente aplanarlo cuanto antes para que recupere su aspecto de nuevo, como de recién comprado. Aunque la teoría es simple, supone uno de los mayores quebraderos de cabeza para el estampador si no dispone de la infraestructura apropiada.

Este aplanado es paralelo al secado de la estampa que incluye no solo el papel, sino también la tinta. La primera fase se produce en su capa externa y otra, más lenta, sucede en el interior y depende algo más de los materiales y las condiciones ambientales. El modo de secado de la tinta está muy relacionado con el tipo de papel y, como ya dijimos en su momento, se produce por absorción, por evaporación y por oxidación. Por regla general es una combinación de las tres, especialmente de las dos primeras.

Las ondas en la hoja tras la estampación son rebeldes. Las técnicas en relieve producen menos distorsión que en el hueco y, si se estampó en seco, el aplanado será prácticamente innecesario. Es bueno saber que se puede controlar el humedecido/enjugado del papel: a más tiempo sumergido en el agua, más fácil resultará después aplanarlo. Existe un tipo de ondulación difícil de corregir provocada por el exceso de presión: podemos equiparar el papel a la masa de la pizza cuando se estira bajo el rodillo. De la misma forma, cuando estampemos, el papel se estirará en el sentido de la estampación, sobre todo por el lugar coincidente con la matriz. La superficie resultante es mayor que el cajetín propio de la imagen y se ondulará, acomodándose para caber. Es una cuestión de física.

La prensa para aplanar el papel es un útil similar a la prensa de encuadernación. Consiste en dos planchas gruesas de madera o metal reforzadas con travesaños que se aprietan con un husillo. En el medio se ponen cartones para ayudar a absorber el agua sobrante para que las fibras se sequen bien aplastadas. En algunos talleres se sigue el método histórico de colgar el papel en tendederos, otros atelier disponen de racks (estantes) de secado que ayudan a que éste seque en posición horizontal sin deformación. Estos secaderos funcionan bien con la serigrafía, xilografía y litografía, pero el grabado calcográfico necesita mucho peso encima. La desaparición de la humedad debe ser lenta en todos los casos.

Si la estampa es pequeña y la ondulación suave hay quien pasa la plancha de la ropa, pero en tamaños grandes el papel se alabeará.

Cada vez nos encontramos con más frecuencia un método de aire forzado especialmente útil cuando se hacen muchos ejemplares. El equipo necesario consta de un ventilador, cartón ondulado, cartones planos y material absorbente como secantes, papel de seda o fieltro. El esquema es similar al estándar, pero al hacer el sándwich de secado se colocan cartones ondulados a continuación de los lisos, asegurándonos de que todas las ranuras están orientadas en la misma dirección. Cuando se termina la pila se coloca el ventilador para que sople a través de las ranuras durante todo el día. El aire debe ser frío, a lo sumo templado.

El papel japonés posee una arruga que le caracteriza, aunque algunos artistas lo aplanan utilizando un cepillo tipo nadebake. Se coloca sobre una superficie lisa, a continuación un papel (protector) húmedo, arriba y abajo, se alisa suavemente con el cepillo y se le pone un peso encima. Está también el método Karibari, similar a la preparación del papel para la acuarela.1

La dirección de la fibra de los papeles hechos a máquina afecta a las ondulaciones producidas por la presión y la humedad. Es preferible que la fibra vaya en sentido de la marcha del tórculo.

Un secado al aire libre será lento, uniforme y sobre un soporte plano. Los talleres masificados y con muchos bultos obligan a que los estudiantes coloquen los grandes pliegos donde pueden, y no hay nada más contraproducente que un papel húmedo sobre una superficie irregular. Los racks son muy efectivos en este sentido ya que las rejillas ofrecen soporte y circulación de aire, pero, como ya hemos comentado, no son apropiados para las estampas calcográficas.

 

 

1 Vitale, T.J.; Hamburg. Doris. «BPG Drying and Flattening» The Book and Paper Group. <https://www.conservation-wiki.com/wiki/BPG_Drying_and_Flattening#refVitale1992> (Consultado el 16/07/2021).

Abraham Bosse, Taller de impresión, 1642. Grabado, 32 × 38 cm. | Prensa de aplanado de aire al fondo. Taller Ogami Press. Madrid.